Identidad Cultural Huarochiri-Junin
jueves, 26 de noviembre de 2015
DEPORTE
El fútbol huarochirano, deporte de valientes
No es tan fácil describir y narrar escenas y hechos relacionados con el deporte huarochirano, en especial si se trata del fútbol, desde sus inicios hasta los actuales momentos; pero, si hacemos un esfuerzo aún podemos recrear la memoria con aspectos que aun se hacen difícil erradicarlos de nuestra mente por estar impregnados en lo profundo de nuestros gratos recuerdos.Tratándose del fútbol, desde que en nuestra infancia jugábamos con la pelota de trapo o la vejiga, pasando por la pelota de boca con pasador hasta las actuales de válvula y las más sofisticadas, somos testigos de las grandes hazañas futbolísticas que se daban cuando en la plaza (aún de pura tierra), con los arcos, uno al frente de nuestro Centro Escolar de entonces, el 443 y el otro al frente de la casa de Don Bartolucci. Cada encuentro era todo un acontecimiento del pueblo, ese día los ganaderos hacían “morir de hambre” a sus animales tan sólo para ver los partidos, nadie regaba sus terrenos; el agua se desperdiciaba, salvo uno que otro aprovechador que sí regaba, ya que nadie le molestaba. Todos en el pueblo dispuestos a compartir las emociones de este popular deporte protagonizado precisamente por los bravos jóvenes de entonces.El “Héroes de la Breña”, primer equipo fundado en Huarochirí, representante de los Barrios Altos, de Justo Tello, Claudio Vidalón, José y Adalberto Tello, Gregorio Contreras “Cuchillo” y otros. Ultimamente, Máximo Tello “Matencio”, Ayar Contreras, Angel Calderón, Gaudencio “Densho”, Roicardo Arias Aguirre. El “Mariano Melgar” del barrio de Culcushica en el que militaban, los hermanos Claudio y Bartolucci Macavilca, Dioclecio Cuéllar “Quesho”, Nicolás Macavilca “Juliacho”, Luis B. Cuéllar “Candela” y los hermanos Jorge y Rodolfo “Lulú” Chumbipuma entre otros.El “Association F.B.C.” de Amadeo Inga Tello, los hermanos Marcial “Mashaco”, Orlando “Orlandisho” y Antonio “Toño” García, Oswaldo Inga, “Shando”, “Ñachi”, “Varicho”, el “Chiquito Nino” y muchos otros. El “Atletic Boys Club Huarochirí” de los hermanos Germán, Darío, “Chino” Román García, Teodosio “Doshito” Cuéllar, Abelardo y Rubén Santisteban. Estos fueron inicialmente los primeros equipos que todavía jugaron en la plaza, posteriormente lo haría el “Centro Cultural Huarochirí”, de Juan Contreras, Claudio Huaringa, Benito y Rubén Tello, Claudio Segura, “Ñoro” el verdadero, “Nico”, “Tino”, “Shul”, “Osho”, “Shano”, Tiburcio y el mismo “Teto”, ya en el estadio de Matahuanchi.Colores característicos de cada equipo:Breña (verde-blanco), Melgar (rojo-blanco), Association (blanco-negro), Boys (rojo-blanco), Cultural (rosado-negro).Actualmente en la ciudad de Lima, existen algunas agrupaciones deportivas, especialmente de fútbol como: “Unidos El Dorado” de Félix Chumbimuni “Julio C. Tello” de Lucio Tello, “Defensor Huarochirí” de los hermanos Felipe y Pascual Calderón, “Unión Huarochirí”de Edgar Cajahuaringa, “Defensor Morado” de Jesús Huaringa y otros que integran la Liga Deportiva Distrital de Fútbol Huarochirí de Daniel Cuéllar Tello.
FAUNA
Fauna
Aparte de los pequeños reptiles y ofidios típicos de las quebradas pedregosas, Matucana dispone de tórtolas, cuculíes, halcones, cernícalos, colibris y
gallinasos (también llamados buitre pavo), sin dejar de mencionar a los guardacaballos y las gallaretas entre las aves, y entre los mamíferos podemos
encontrar vizcachas, zorros y ardillas. Antiguamente podían encontrarsecamarones, truchas, pejerrey de río en el río
Rímac, pero ellos han desaparecido probablemente por la acción de los relaves minerales.
La construcción de imágenes
divinas tuvo un punto de partida importante en los seres que rodearon al hombre
en el principio de los tiempos. De todos ellos, los animales, con atributos
imposibles de rivalizar, ofrecieron la posibilidad de construir las formas que
soñaron nuestros antepasados. Nadie podía volar como el cóndor, desplazarse y
atacar con la elegancia de un puma o aparecer súbitamente como la serpiente.
Son éstos y otros miembros de la fauna andina los que encendieron la
imaginación del misterioso redactor del Manuscrito de Huarochirí.Este documento, "pequeña
biblia regional" como lo llamó Arguedas, sigue siendo el único texto
sagrado, conservado en quechua, que relata la saga de los dioses, animales y
los hombres antes de la llegada de los europeos.Que así sea, no debe
sorprendernos, otros libros sacros como Gilgamesch, el Génesis o el Popol Vuh,
glorificaron también a la fauna que poblaba los paisajes conocidos. De la misma
forma, la construcción de la divinidad sumaba atributos observados en la
naturaleza, para encontrar en su totalidad la imagen del dios que se buscaba.Este libro recoge el panteón
andino que acompañó las aventuras de la humanidad en el amanecer de la vida,
que transcurrió entre la montaña de Pariacaca y las aguas que bordean el
santuario de Pachacamac.
FLORA
Flora
Las tierras son aptas, para los
más variados cultivos propios de la región. Se cultivan papas de
regadío y temporal, los pastos especialmente la alfalfa, las flores; otros
cultivos de importancia, son el maíz, el trigo, la cebada, las habas, orégano y hortalizas, y entre los frutales: higos, durazno, manzana, palta, tunas.
Plantas medicinales: llantén, matico, ruda, culén, sabila y otros. Entre los
vegetales que crecen en forma espontánea, se encuentran en profusión: el
maguey, molle, sauces, la tara, eucalipto, huarnapo, mito, etc.
Actualmente, Matucana constituye para Lima una
de las principales fuentes de abastecimiento de sus productos.
MITOS
Leyenda de Coniraya y Cahuillaca.-
Esta leyenda trata de explicar el origen de las Islas de Pachacamac, según la versión de Francisco De Avila en la página 101 de su obra “Informaciones acerca de la Religión y Gobierno del Perú”. Cuéntase que había un dios llamado Coniraya, que era el creador de todas las cosas que acostumbraba vestir en traje de indio pobre y andrajoso, muy dado a hacer tretas y burlas a las demás huacas. Por entonces había una doncella muy hermosa llamada Cawillaca, que era muy pretendida por todos y ella no quería condecender con ninguno. Coniraya, que era muy astuto, se convirtió en un lindo pájaro yendo a posarse sobre un lúcmo al pie del cual tejía la bella diosa. Coniraya tomó su simiente generativa, echóle en un fruto muy maduro y lo dejó caer cerca de Cawillaca, quien al verlo tan apetecible lo comió. A los nueve meses parió un hijo del que no sabía quien era el padre. Al año llamó a todos los dioses para investigarlo; propuso que el niño se dirigiría a “gatas” al que fuera su padre; en efecto, todos elegantemente vestidos acudieron a la cita y formaron una rueda esperando ser elegidos, pero, ante la sorpresa de todos el hijo se encaminó al encuentro de Coniraya, que al caso se encontraba vestido de harapos. La diosa burlada y ofendida en su orgullo, cogió a su hijo y en apresurada huida de dirigió hacia el mar. Entonces Coniraya se vistió con sus mejores galas quedando convertido en un hermoso príncipe y siguió a Cawillaca pretendiendo ser visto v admirado por ella, pero la diosa no volvió, ingresando al mar, quedando convertidos, ella y su hijo en dos rocas, de aquí el origen de las Islas de Pachacamac. Colérico, Coniraya regresa y encuentra con Irpawachac, esposa de Pachacamac, quien criaba peces, los que cogió y los arrojó al mar, siendo éste el origen mitológico de todos los peces que hay en el mar.
Leyenda de Warirumo.-
Warirumo, fue un ser sobrehumano. Cierta vez el curaca Chaupi de Huarochirí, formuló un pacto para que le sirviera de mediador en la fijación de sus límites con los ayllus de San Lorenzo, a lo que accediendo Warirumo se dirigió al lugar de “Shacshuna’, desde donde orinando determinó los límites de ambos ayllus: San Lorenzo y Huarochirí. Una prueba de este hecho, es que muchos de Huarochirí tenían tierras más allá del río Mala, es decir hasta donde el gran Warirumo, alcanzó a orinar. En recompensa Chaupi, le entregó el lugar de Mayama, explicándose también de este modo las pertenencias de la comunidad de Llambilla en los terrenos de la comunidad de Huarochirí.
miércoles, 25 de noviembre de 2015
VESTIMENTA
Danza de los Negritos de Huarochirí
Hay distintas versiones acerca del
origen de la Danza de
los Negritos, tan popular y
extendida en la Región central del Perú. Una de ellas, de
Piero Augusto Huari Soto, dice lo siguiente:
"Tomando en cuenta los datos recopilados
"La Negrería" es una danza mestiza colonial que representa a los
negros esclavos a quienes se les concedía libertad desde la Navidad hasta la
Bajada de Reyes, debiendo bailar ante los nacimientos para ganarse el sustento
diario, muchas veces ridiculizado en sus pasos a sus dueños. Los primeros
esclavos negros que llegaron con los españoles practicaban la Morisca (Danza de
los Moros), la misma que fue variando en contacto con la población andina
convirtiéndose así en la danza de Los Negritos. Se tiene como referencia
adicional que esta danza representa un anhelo de mantener viva la llama o el
fuego de la rebelión por parte de los esclavos que lograron escapar de las
haciendas costeñas hacia la zona andina en busca de refugio".
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